El submarino nuclear de misiles guiados USS Georgia / navy.mil
Además del alto costo de refacción, el choque tuvo consecuencias para el capitán del submarino, que fue relevado y reasignado por la "pérdida de confianza en su capacidad de mando".
El 25 de noviembre pasado, al regresar a puerto, el submarino nuclear USS Georgia, de 18.000 toneladas, golpeó una boya de un canal y posteriormente el fondo del mismo, lo que causó daños cuya reparación requiere una inversión muy alta.
Además, la investigación determinó que el capitán del submarino, Dave Adams, fue responsable del siniestro. Por eso, fue relevado y reasignado a otro puesto debido a la "pérdida de confianza en su capacidad de mando" por los hechos ocurridos a fines de noviembre, cuando el USS Georgia sufrió la colisión al regresar a la base de Kings Bay, en el estado de Georgia, publicó el portal Brunswick News.
Mientras la Armada de EE.UU. avanza con la investigación del accidente, las autoridades insisten en que reparar el exterior del submarino averiado tendrá un costo de un millón de dólares, y que no fueron hallados daños internos.
A través de un comunicado la fuerza aseguró también que los oficiales a cargo deben aceptar "la responsabilidad del comando con pleno respeto por sus consecuencias". En ese sentido, Adams afirmó que las acciones realizadas por el submarino de misiles guiados en su "retorno al puerto en la oscura mañana del 25 de noviembre" fueron decididas solamente por él, por lo que pidió que no se trasladase la culpa al resto de la tripulación.
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