Se ralentizan diversos programas militares brasileños por la crisis que atraviesa el país.

Medios digitales brasileño destacan, con diversos matices, la lentitud que afectaría a varios programas militares de vanguardia en Brasil como consecuencia directa de la crisis económica, desde el despido de ejecutivos de los astilleros ICN que, conjugando esfuerzos con DCNS, Odebrecht y Emgepron se encargará de los nuevos submarinos y la base operativa de los mismos, hasta la detención parcial en la entrega de más unidades desde el ejemplar número 15, a ser concluido, de los restantes remanentes de los 50 helicópteros EC-725 acordados con las tres Fuerzas Armadas, que hasta ahora se producían con normalidad, abriéndose inclusive la posibilidad de fabricar localmente su versión civil,el EC-225, de cara a la industria petrolera.

Así, el plazo de conclusión de estas entregas fue pospuesto de 2017 a 2019, para, al menos, no anular el programa- denominado HX-BR -en su totalidad, manteniendo en cambio el desarrollo particular de las diferentes versiones encomendadas (SAR, C-SAR, ASW, ASuW, Utility, VIP, MEDEVAC), en los dos últimos casos pasibles de series civiles también, dado el gran mercado de aero medicina brasileño.

Mientras tanto, la permanencia de Portugal dentro del programa KC-390 de Embraer- frente a las incertidumbres económicas y militares argentinas- y el éxito de la modernización de los AMX a versión A-1 (trabajo acometido junto a AEL y Mectron con diseños internos de Akaer) ,además de logros de sus integradoras, sostiene a Embraer, así como su sobrado know how en materia aviónica, electrónica y electro óptica hace lo propio con AEL. Sin embargo, no sería raro prever otras postergaciones o dilaciones a nivel terrestre o naval en los próximos 10 días. Sin embargo, diversas voces alertan sobre los riesgos comerciales y tecnológicos en recurrir habitualmente a cortes de gastos en materia de Seguridad , Defensa, así como programas aeroespaciales o de Defensa Civil, cuando el cuadro económico se complica, dado que la falta de continuidad afecta a estas expresiones industriales-de gran valor agregado- enormemente, así como a sectores conexos, inclusive académicos.

Fuente: Defensa.com